100: Querido yo, querido escritor intuitivo
Un diálogo del escritor que soy hoy con el escritor que inició este Substack
Esta es la carta número 100.
No lo digo como un número, lo digo como quien reconoce que su alma ha brotado cien veces a través de palabras que expresan la re-conexión con su propósito, el brillo de su esencia, el poder de su historia, la escucha de su intuición.
No quise quedarme en una sola reflexión para hablar de mi gratitud y evolución para con este hito de mi Substack y en mi vida. Así que hoy lanzo una “breve” serie de cartas a manera de un ritual para contarte de 3 distintas manifestaciones de amor a mi escritura. Con esos sentimientos, revelaciones, rutas y abundancia que hoy siento en mí luego de casi 2 años que inicié con este proyecto, espacio, jardín digital donde me he enraízado y ha florecido mi voz auténtica.
“Cien cartas, cien brotes de intuición”
Cada palabra escrita fue un acto de revelar lo invisible, de escuchar los susurros de mi verdad.
Esta serie es para ti, que te suscribiste desde el inicio o apenas acabas de llegar.
Es para mí también, para mirar con amor y fe todo lo que se ha cosechado.
Nombro la serie “Cien cartas, cien brotes de intuición” porque eso fue exactamente lo que ocurrió. No fue solo que escribí 100 veces en Substack. Fue que me permití ser guiado por los susurros que antes ignoraba. Que abrí espacio, carta tras carta, para que la voz de mi alma se expresara sin permiso, sin juicio, sin prisa, con paz, con deseo, con sabiduría.
Estas cartas no serán un resumen de lo que aprendí, sino el testimonio de lo que intuí antes de poder nombrarlo. De las raíces que crecieron en mi profundidad, de las semillas que brotaron hacia la luz con cada intención, con cada acto de honrar mis procesos, con cada provocación del alma, con cada salto de fe a mi escritura.
La intuición no fue un nutriente. Fue el origen.
Fue la sabiduría que tejía sentido cuando las hojas estaban en blanco, cuando la mente no sabía qué decir pero el corazón sí. Fue el faro que iluminó una premisa: tu verdad no necesita explicarse, solo necesita escribirse.
Si bien en cada carta floreció una parte de mí que por años se sintió oculto y a la vez silenciado, descubrí también algo clave: que cuando me escribía, también escribías conmigo. Cada brote intuitivo no era solo mío, co-redactamos aquellas invitaciones para que escucháramos esa voz sutil que nos guiara a vivir una vida llena de vida, a experimentar todo nuestro potencial, a compartir nuestra voz auténtica.
Esta serie es una ofrenda para mis ritmos y procesos creativos. Una cosecha de cada semilla que con intención se convirtió en palabras, en los recordatorios de confiar en lo que sentimos, incluso antes de entenderlo. Lo que floreció fue más que solo escritos, fue: presencia, amor, magia y una historia que trasciende.
Cien cartas después, claramente no soy el mismo. Pero sí soy más yo.
Más fiel a la voz que me guía. Más agradecido con cada vez que elegí diferente.
Más consciente del poder que habita en lo que se escribe a corazón abierto.
Con esta carta comienza una nueva etapa, un nuevo ciclo, una nueva cosecha…
* Esta es la primer carta de esta serie…
Querido yo…
Había algo extraño en este sueño, en lo que parecía un recuerdo de una tarde de verano de aquel 2023. No había señales de tristeza, pero tampoco de paz. Era más bien una sensación de cierre, un fin de una etapa, la que llega justo antes de dar un salto fe. Como si mi alma supiera que un punto de inflexión sucedería pronto.
Caminaba sin rumbo por el sendero junto al río que desde niño conozco, el que ya como adulto elegí para meditar libremente en mi andar, en mi búsqueda de sentido. Como otras veces parecía que no había algo en particular que encontrar, pero mi cuerpo ya sabía, mi corazón lo presentía, y claro mi mente no entendía qué.
Noté de pronto que mis pies me llevaban en una dirección que no conocía, un camino que parecía familiar y sin embargo no había visto antes. En él, el sol se asomaba entre los árboles. Su luz era tenue, como si el atardecer quisiera durar más tiempo de lo normal. El viento traía consigo palabras inaudibles. Continué como lo hago desde siempre, con curiosidad e ilusión, llamado por esa energía.
No tarde mucho en verlo. Un portón antiguo de madera, cubierto de enredaderas y debajo un pequeño estanque con lirios brotando del agua. Sobre él, un cartel tallado a mano que tenía escrito: “Aquí floreció tu voz.”. Era la entrada a un jardín del que solo podían verse algunos metros, el resto se ocultaba en la sombra.
Me detuve. Una parte de mí quiso irse. Otra, no se atrevió a dar un paso al frente. Pero algo dentro ya sabía que ese jardín era mío, que lo merecía. Ignoré el miedo.
Al abrir el portón y entrar pude sentir cambios sutiles. El aire olía a incienso de lavanda, a tierra húmeda y a tinta fresca. El suelo crujía con hojas que parecían ser pedacitos de borradores de viejas cartas. A lo lejos se escuchaban ecos, no de voces sino de historias. Me llené de una emoción inexplicable pero que se sentía natural en la piel, en mi caminar, en mi corazón.
Las sombras desaparecieron y frente a mí apareció la vista completa del jardín, pero no era uno cualquiera. Había flores que emergían de sobres abiertos. Árboles que colgaban párrafos enteros en sus ramas. Pequeños caminos de ladrillo amarillo marcados con frases que al parecer fueron talladas con mi puño y letra.
Cada rama, cada fruto, cada pétalo …era una de mis cartas. Lo supe porque tenían mi nombre y firma. Mis palabras tenían forma viva. Mi escritura había echado raíz. El jardín era abundante de mi ser.
Sin embargo lo que más llamaba mi atención era lo que encontré al centro del jardín: 5 puertas de luz se alzaban como si se hubieran materializado del alma de la tierra misma. Cada una tenía un símbolo grabado: un corazón, una espiral, una llama, una red y una estrella. Cada una pulsaba con una energía distinta. Cada una era un umbral. Eran ligeras pero firmes, transparentes y al parecer infinitas. Puertas que representaban virtudes que siempre quise encarnar en mí, aquellas desde las que siempre quise expresarme… las cualidades de una escritura intuitiva.
Así que decidí sentarme en una piedra cercana frente a ellas. Cerré los ojos. Y simplemente, comencé a hablar en voz alta conmigo mismo…
Hace mucho que no me expresaba así. Antes ni siquiera creía que podía escribir algo tan singular, digno de ser leído. ¿Qué hago aquí? ¿Qué es este lugar? ¿Qué estoy sintiendo?
Es como si algo me llamara, pero no sé si quiero saber qué es. Me da temor esta incertidumbre. Sin embargo me da la sensación de que aquí lo imperfecto es más bello, que todo esto es más que suficiente, que no hay excusas para no darme una pausa.
Hay algo en este jardín que me calma. Algo que me dice: “no llegaste aquí a probar nada… estás para recordar, para revelar, para encontrarte, para escucharte”.
En ese instante, la primera puerta a la izquierda se abrió sola. No hubo un sonido fuerte, pero sí un leve susurro, conocido y reconfortante. Fue entonces que me vi, parado frente a esa puerta.
Vestía distinto, irradiando luz en pantalones dorados y una camisa blanca sobre una playera negra con un logo en el pecho que no reconocí. Mis ojos brillaban con certeza. No me veía con prisa ni miedo por hablar. Esa versión de mí se acercó con una sonrisa que buscaba más que tranquilizar, quería abrazar con palabras…
“Soy tú. Pero con cien brotes de intuición más.
Vengo del otro lado de ese abismo creativo del que ahora temes quedar atrapado.
Antes de que lo preguntes…tus dudas fueron necesarias, tu inacción fue alineada y tus palabras serán reconocidas.
Vengo a decirte que somos 100 cartas más conscientes, más libres, más abundantes.”
Por un momento me quedé sin palabras. Pero me sentía bien, algo en mí sabía que era momento de abrir el corazón. Y así comenzó a conversar conmigo:
:: Josh del 2023 (AJ) - Josh de Hoy 2025 (NJ) ::
🫀 Puerta 1: Vulnerabilidad — Sensibilidad & Corazón Abierto
AJ: ¿Recuerdas ese primer día? Cuando no sabías si tu voz tenía valor.
NJ: Sí …me temblaban las manos. Pero mi intuición me invitó a seguir.
AJ: ¿Y si me expongo demasiado? ¿Y si me juzgan? ¿Y si no me aceptan?
NJ: Lo harás. Te leerán. A veces te entenderán, a veces no. Y aún así, elegirás abrirte. Quienes te reciban, lo harán con amor.
AJ: Pero duele cuando no.
NJ: Lo sé. Pero ese dolor no es herida: es introspección, es una huella de vida, es una manifestación de lo mucho que tienes por compartir.
AJ: Aun así, escribiste, desde tu vulnerabilidad.
NJ: Cada vez que tiembles antes de apretar “publicar”, eliges mostrarte tal como eres. Y en esa vulnerabilidad, descubrirás que tus palabras no son solo tuyas, son también espejo y realidad para otrxs.
Ahora que te veo, noto tanto ese deseo de vivir con el corazón abierto. Solo que apenas descubrirás que tienes en la escritura la herramienta para hacerlo.
Escribirás sobre cosas que aún no habrás sanado del todo. Y aun así, lo harás con compasión. Aprenderás que la sensibilidad no es fragilidad, sino la fortaleza con la que a corazón abierto vivirás. Escribirás y te compartirás. Ese acto de vulnerabilidad te dará más de lo imaginaste.
Sin poder preguntar más, la primer puerta se cerró mientras veía a mi otra versión despedirse de mi abrazándose. Durante un momento miré mis manos, las llevé a mi pecho. Un destello salió de mi corazón. Su luz iluminó las cicatrices y heridas abiertas que estaban expuestas en ese momento de mi vida.
Una libreta de cuero apareció en mi regazo. En su cubierta se dibujó un primer sello en forma de corazón. Qué más pasaría? Qué más vendría para sentir?
🌀 Puerta 2 — Apertura: Curiosidad & Flexibilidad
La siguiente puerta se abrió y de ella volví a aparecer. Primero se asomó un rostro curioso de lo que veía. Al entrar al jardín noté su outfit de yoga, su tapete, un mala en su pecho y un oráculo en su mano. Al verme, se sentó en Sukhasana y con una sonrisa amplia juntó sus manos en Anjali Mudra. Namasté me dijo…
AJ: Me da miedo cambiar de opinión, no saber si escribo lo correcto.
NJ: Aprenderás que escribes no para tener razón, sino para atreverte a descubrir. Para fallar en voz alta y dar lugar a las preguntas.
AJ: Pero y si comparto algo por error? si escribo una idea, una experiencia, un aha moment! y el resultado no sea el que espero?
NJ: Tu apertura no será una equivocación. Es lo que permitirá que cada carta sea un descubrimiento para otros y una revelación para ti.
Serás curiosidad encarnada, y gracias a eso, este jardín que ves nunca dejará de crecer. Cada palabra, cada intención es una semilla que brota desde las raíces de tu esencia. Todo florece mientras sea genuino, incluso los errores.
AJ: ¿Y si me contradigo más adelante en mis cartas?
NJ: Escribirás cosas que después cambiarás. Pensarás distinto. Serás distinto. Te equivocarás. Y eso también será parte del regalo de ser flexible contigo. Sabrás que sigues evolucionando y expandiéndote.
AJ: ¿Y qué si no tengo nada nuevo que decir? ¿Y si me quedo sin ideas?
NJ: El cambio es la única constante, lo aprenderás. Siempre hay algo que se está cultivando, que está brotando en ti. Serás flexible con tus creencias y con tu proceso creativo. Con curiosidad harás de ti un escritor más humano, más libre, más auténtico.
AJ: Mi intuición me guiará a que pase eso en cada carta?
NJ: Tu intuición te llevará más lejos que eso. Sé paciente, hoy sólo permítete escucharla.
La incertidumbre comenzaba a desvanecerse. La confianza se apoderaba de mí. Le regresé un Namasté antes de verle partir y cruzar de nuevo la puerta, no sin antes observarle que se llevó una flor de loto de recuerdo.
En la libreta de cuero se dibujó el segundo sello en forma de espiral. Qué más quería preguntar? Qué más me atrevería a expresar?
🔥 Puerta 3: Coraje — Valentía & Tenacidad
La tercera puerta se abrió, con una versión de mí que llegaba cargando un par de maletas, una mochila de cuero y un atuendo con ropa que parecía haber obtenido de distintos países. Rompiendo la dinámica, le puso de inmediato a mi libreta un sello con forma de una flama y en esta ocasión no hablé primero…
NJ: Te confieso, hubo días donde pensé abandonarlo todo.
AJ: Pero no lo hiciste, cierto?
NJ: No, incluso cuando parecía que nadie leía o respondía, llegué a sentir que escribía al vacío y aún así perseveré. Quieres saber por qué?
AJ: Sí, porque yo no me veo escribiendo 100 cartas. Cada vez que soy bueno en algo, solo dura por un tiempo y luego descubro o cambio mi rumbo para seguir otra de mis pasiones o una de las múltiples formas que toma mi propósito. Muchas veces la razón es porque siento que mi fuego interno se apaga, llego a perder el coraje para cumplirme mi palabra.
NJ: Cada brote de este jardín fue regado con tu tenacidad. Con tu voluntad de honrarte, de seguir tus ritmos, de amar tu palabra.
Tienes más coraje hoy del que imaginas. Lo acabas de demostrar renunciando a tu trabajo y regresando a emprender. No te rendiste años después de tus más grandes fracasos, fuiste valiente porque empezaste esto con miedo.
AJ: Que bueno, porque siento fracasar cuando no sé si podré sostener lo que emprendo. Siento que aún llevo conmigo patrones de autosabotaje.
NJ: En las primeras cartas cuando nadie te conteste, cuando la mente te grite que no tiene sentido, cuando dudes de tu elección...notarás que más que una pasión, tu escritura es un salto de fe. Cada palabra, una intención invisible. Esas intenciones son las que te sostendrán.
AJ: Pero habrá días en que no quiera escribir. En los que el cansancio, la lucha, la melancolía se sienta eterna. ¿Qué hacer para despertar esa tenacidad en esos momentos frustrantes y desafiantes de la vida?
NJ: Despreocúpate, es tu don avanzar y crecer en tu ruta auténtica de manera exponencial. No lo harás porque debas, sino porque ser fiel a tu palabra será más poderoso que cualquier excusa de tu ego. Vendrá de tu fuerza de voluntad.
Tomarás un compromiso con tu intuición y tu corazón, que te convertirá en el escritor que inspira a otros a tener el coraje de expresarse.
Antes de irse me enseñó de nuevo los tatuajes en mi pierna: “YNWA y Walk On”. Así como otros símbolos y figuras en sus brazos que aún no reconocía. Fue un momento mágico de ver cómo mi cuerpo sintió la esperanza que tanto anhelaba. Por un instante quise despertar y comenzar a escribir de esto, pero aún faltaban dos puertas más. Qué más se enraizaría en mí? qué más se tejería en mi ser?
🕸️ Puerta 4 — Verdad Interna: Sabiduría & Conexión
Del cuarto umbral cruzaron volando varias libretas, journals con muchos relatos y cartas personales. Pero una carta en un sobre dorado llamó mi atención porque estaba acompañada de unos audífonos de diadema, los que casi siempre uso para aislarme del mundo externo y cancelar el ruido que me distraiga de escucharme. Una nota decía: “No te preocupes del futuro, quédate en el presente; eso le da vida a tus journals. Por mientras ponte los audífonos, estaré hablándote del otro lado.”
AJ: Tú sabes que cada vez más activo el poder de mi historia, pero con la escritura me limito. ¿Qué tal que no le haga sentido a otrxs?
NJ: Tu historia no tiene que cumplir con ello. Solo tiene que ser real.
AJ: Tengo el temor de que lo real, lo genuino, no sea suficiente.
NJ: No escribirás desde la necesidad de demostrar(te). Expresarás lo que es cierto y relevante para ti, aunque se mal interprete como crítica o sea desafiante. Además tus reflexiones no tendrán que verse "perfectas". Ahí encontrarás los primeros destellos de autenticidad a los que te anclarás. Diseñarás y te alinearás a tus procesos con naturalidad.
AJ: ¿Cómo puedo conectar más con mi voz auténtica y mi sabiduría?
NJ: Aprenderás a no mentirte y convertir tu escritura en tu refugio, en una muestra de amor propio. Se volverá parte de tu propósito y tus rutinas conscientes. No tendrás que hacer más, solo ser en ella.
Además, recuerda que ya reconoces el valor que sí tiene tu historia, solo ten presente que mientras más honras tus experiencias y dones, tejerás tu sabiduría con tu voz y con tus pilares de significado.
AJ: ¿Cómo puedo serle más fiel a mi escritura y a su verdad interna?
NJ: Escribirás como quien enciende una vela en su interior para iluminar cada rincón de tu alma. Confiarás en tu intuición, y sus susurros te entregarán las palabras que traerán luz a ti y a quienes te leerán. Ese será tu ritual para con tu verdad, será tu medicina, tu arte.
Antes de quitarme los audífonos, recitamos un mantra que mi otra versión me dijo que era el de “Ganesha” y que me ayudaría a remover cualquier obstáculo que se antepusiera a mi verdad interna y el deseo de conectar con mi escritura. Al final se dibujó una red en la libreta de cuero. Cada vez se sentía más ligera.
Un par de lagrimas recorrieron mis mejillas, no quería que este sueño acabara y con cierta tristeza me levanté de la piedra a regresar los audífonos por la cuarta puerta y me acerqué a tocar la quinta y última.
✨ Puerta 5 — Ideales: Propósito & Visión de Impacto
Toqué un par de veces antes de cruzarla. Me encontraba ahora en medio de un gran bosque, con lo que parecían montañas a lo lejos, con un lago sin fin en el que se reflejaba la luna llena. Un manto estelar cobijaba este paisaje y yo de incrédulo no cabía de emoción de ver brillar así las constelaciones. Me gustó esa oscuridad.
En cuestión de segundos una versión idéntica a mí, en su vestir y en edad, me tomó de la mano y me dijo: “Ves, sigo siendo tú. Lo que notas distinto en mí es este corazón que late fervientemente ante estas infinitas posibilidades que tiene en frente. También son tuyas. Las mereces. Acompáñame a tomar un último café o un matcha si te animas, de antemano sé que muy pronto le tomarás cariño a beberlo.”
Me llevó a una cabaña que antes no había notado. Por las cortinas alcancé a notar que había alguien dentro, una figura femenina que obvio me causó curiosidad. Y cuando pensé que ya la conocería, nos quedamos en el pórtico. “Siéntate conmigo, la belleza que percibes dentro de este hogar llegará en el tiempo perfecto. No seas impaciente y aprovecha este momento para estar conmigo, o más bien, contigo.”
AJ: No imaginé que podría impactar a otros con lo que escribía.
NJ: Y sin embargo, lo hiciste. Cuando comenzaste, pensabas que era solo un espacio para expresarte. Pero con el tiempo, descubrirás que tus palabras también son un faro. Que tus cartas guían. Que lo que escribes tiene la capacidad de provocar hasta las almas más perdidas y apagadas.
Cada carta fue una semilla de la que alguien más se nutrió. No necesitas saber cuántos. Basta con confiar que la intuición compartida deja brotes invisibles que transforman.
AJ: Qué emoción! ¿Cuánto más crees que podamos seguir escribiendo?
NJ: No es cuestión de capacidad. Es un llamado ineludible de tu alma. Sentirás que no habrá fin. Incluso, buscarás otras maneras de expresarte más allá de la escritura. No puedo contarte más detalles, pero creo que en el fondo sabes que el yoga y la música jugarán parte clave en ello.
AJ: Entonces, ¿Escribir será para mí solo un acto creativo?
NJ: Más que creativo, un acto espiritual. Un ritual de amor, una pacto con tu voz auténtica, la conexión divina de tu ser con algo más grande.
AJ: ¿De qué se trata eso más grande? Tiene que ver con mi propósito? Con el cambio que quiero ver en el mundo?
NJ: Sé que en este punto de tu vida (en este 2023) tienes en la visión del Storytelling Consciente algo hermoso que apunta a ello, que llevas meses experimentando tu Diseño Humano y tienes algunos años practicando Yoga, ni qué decir de cómo has sanando negocios digitales e impulsado emprendimientos sociales, creativos u holísticos.
Pero tus maneras de impactar no terminan aquí. La magia de la presencia y la escritura intuitiva conectarán todo ello y más que se revelará.
Como te digo, podrá ser a través de la música, creando un podcast, tal vez en viajes al otro lado del mundo o mediante relaciones expansivas.
Más cada una de las pasiones, vocaciones, alianzas, huellas del legado que quieres dejar tendrán en la escritura su pilar para relatar cada destello de impacto con el brillo de tu esencia y tu voz auténtica.
AJ: Antes de regresar al jardín que me espera afuera y luego al sendero de mi ruta auténtica, te quiero decir: Gracias por no haberte rendido.
Gracias por diseñar ese jardín y co-crear esta vida que hoy sé que es posible. Gracias por permitirm florecer y mostrarme esta abundancia.”
NJ: Gracias a ti por no perder la esperanza.
Regresa con tu libreta y este último sello de la estrella de Zåjni. Serán tus símbolos para elegir diferente y escucharte.
Con ellos, tu visión crecerá contigo y se volverá más generosa, amorosa, consciente y trascendente.
Y tú, como escritor intuitivo, no solo serás quien contara esta historia …serás quien inspire a otros a emprender la historia que les honre, la de su intuición, la de su poderosa voz y la de su propia esencia.
Así se ve mi versión actual. Te agradezco Josh por tu reflejo, por tu brillo, por tu tenacidad, por cada carta intencionada, por la abundancia que has traído a tu vida desde las cualidades de tu escritura intuitiva. Amo tu creatividad, la pasión con la que escribes y el corazón encendido que te queda cada vez que envías una carta.
A ti como unx de mis +240 suscriptores (al día de hoy), no me queda más que darte mis infinitas gracias. Por leerme, por interactuar, por hacerme sentir que nunca caminé solo. He encontrado en personas de diversas partes del mundo una gran inspiración para no dejar de escribir. Y gracias a ellas es que mis escritos te llegan cada vez con mayor abundancia. Te prometo que juntos seguiremos sembrando algo más grande, hasta volver de este espacio un gran ecosistema.
Te veo en la siguiente carta para contarte cómo está construido mi Substack.
De la oscuridad & estrellas que lo cobijan cada noche y las raíces que se fortalecen cada día. De ese mapa estelar y jardín fértil que representan mis metodologías, mis ideales, mis intenciones, mis conceptos, mi visión de impacto y más.
- Un abrazo, Josh
#YNWA
Que hermosa manera de expresar y desarrollar lo que hay en ti, te siento siempre muy cercano y siempre que te leo también me inspiras a seguir escribiendo, creando, compartiendo lo real y genuino sin tantas búsqueda de algo perfecto, sino algo simbólico. Felices 100 cartas, que vengan muchas más querido Josh 🥳💫🍀
Orgullosa de ti, querido. Me ha encantado el storytelling de este viaje tan íntimo. Una carta que refleja perfectamente tu esencia y tu estilo 🌸🫀✨💫