El Amor Propio….

Es Sonreírle a tu Alma… ¿Cómo?
Con Entrega, Compasión, Asombro y Cumpliéndote tu Palabra.

Amar(te) es enseñar a otrxs a respetarte, a reconocerte, a verte sin barreras, es dar ejemplo de cómo pueden amarte de vuelta.

Amarte es permitirte ser, regalarte la oportunidad de abrazar la belleza de tus imperfecciones, disfrutarte en el momento, sentirte completo cuando pareciera que algo te hace falta.

Es estar presente contigo, es escucharte, es soltar lo que no es para ti y nutrirte con lo que te hace bien.

Es ser egoísta y convertirte en tu prioridad. Es establecer límites saludables para estar bien contigo para luego expandirte luego con los demás.

Es tener el coraje de compartirte, experimentar el buscar tu libertad de múltiples formas que te sorprendan y te inspiren.

Amarte es conectar con tu inocencia, con ese asombro y curiosidad por lo que te llena y hace brillar tu mirada, por lo que te lleva a buscar más de eso en tu vida para llevarlo a tu jardín de juego para cultivarte y florecer.

Amarte es activar el poder de tu historia, reconciliar con tus sombras, aprender de ellas. Reconocer tu valor en los miedos que te acompañan en tu pasado, en los anhelos de tu futuro, en la plenitud del aquí y ahora.

Es hablarte con amabilidad, no juzgarte desde el “deber ser” o el “hubiera”. Es aprender a perdonarte y pedir a todas tus versiones que te acompañen al navegar tus tormentas.

Es llegar puerto rompiendo las olas de la adversidad y desde la calma de la marea que te mueve con ligereza hacia tu destino. Sean un mar feroz o no, buscas en tu amor dejarte llevar por su movimiento.

Amarte es estar dispuesto a comprometerte con los llamados de tu alma, escuchar tu intuición, seguir esas corazonadas hacia una vida que se siente expansiva y digna de tu esencia.

Amarte es conectar con tus emociones, es abrazarlas y no reprimirlas, es permitirte sentir y tomar el “riesgo” de descubrir algo más grande que quiere enamorarse de ti desde hace tiempo.

Es vivir conscientemente, buscando honrar cada cachito tuyo: cada rasgo físico de tu apariencia, cada herida y cicatriz emocional, cada idea que has tenido para inspirar y en especial lo que todo ello forma en tu esencia.

Es pedirte que cada instante sea una historia que contar para dejar legado de lo únicx y maravillosx que eres. Desde ese permiso, te liberas de cada excusa que te limita y dejas de envolverte en capas y capas de miedo. Es elegir diferente para de una vez por todas cumplirte tu palabra.

Amor Propio es atreverte y aceptar ver tu reflejo en el espejo y decirte...

Gracias por mostrarte, por aprender a escucharte, por invitarme a vivir una vida llena de vida.

Reflexión escrita en el Club de Morning Pages con

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